Si prefieres una experiencia más serena y menos concurrida, elige una visita entre semana. Wos días laborables suelen ver menos viajeros que los fines de semana. Si no te importa que haya mucha gente y te gusta la energía del fin de semana, los sábados y domingos son tu mejor opción. Eso sí, prepárate para colas más largas y un entorno algo más concurrido.
Budapest vive su temporada alta de turismo durante los meses de verano, de junio a agosto. El tiempo es cálido y agradable, pero los precios del alojamiento y de las atracciones son más altos, y hay más gente en los Puntos de referencia. Visitarlo durante la temporada baja, normalmente de noviembre a febrero, ofrece un encanto diferente. Aunque el tiempo puede ser más frío, encontrarás menos viajeros, lo que te permitirá vivir una experiencia más acogedora. No dejes que el frío te disuada; Budapest en invierno tiene su propio atractivo mágico.